La casa del distrito noveno

Querida Manuelita, cómo estás. Te escribo todavía desde Viena. Acabo de volver a lo de Herr Schmidtt caminando por el Stadtpark, un precioso parque en el distrito primero. Mientras venía observaba el lago que, como un espejo, refleja las copas de los árboles. Sus hojas muertas caían a mi paso, entre amarillas y rojas, y el suelo parecía estar cubierto con una alfombra dorada. El otoño le cambia el aspecto a Viena todos los días, como un pintor caprichoso agrega y quita colores diariamente en un gastado lienzo. Querida amiga, ¿sabes de dónde estoy volviendo? Tal vez escribirlo y ponerlo en palabras alivie mis turbios pensamientos… Luego de los festejos durante el concierto de Loretta, Herr Schmidtt continuó durmiendo tres días seguidos, no hubo manera de despertarlo. Tanto fue así que su situación comenzó a preocuparme, y acudí en busca de ayuda. Me habían hablado de cierto doctor que vivió hace un tiempo aquí, en Viena, ...